Obras en lugares de paso (II): la escalera de la Casa de Oviedo-Portal

Continuando una entrada anterior de este blog sobre obras en “lugares de paso”, hoy hablaremos de algunas de las obras expuestas en las escaleras de la Casa de Oviedo-Portal, ejemplo de arquitectura palaciega ovetense del siglo XVII que ha ido sufriendo diferentes transformaciones a lo largo del tiempo. De palacio del regidor de la ciudad Fernando de Oviedo-Portal hacia 1659-1660, pasó a casa de vecinos en una obra promovida en 1878 por el conde de Revillagigedo y, finalmente, en 1986, a museo, formando así parte de la ampliación museística del contiguo Palacio de Velarde.

En este segundo edificio del Museo se exponen un total de 314 obras pertenecientes al arte del siglo XIX, principalmente de pintura asturiana, de las cuales 8 están ubicadas en las escaleras. Hemos hecho una selección de 4 de ellas, pertenecientes a la generación realista del citado siglo, siguiendo el recorrido cronológico que continua desde la segunda planta del Palacio de Velarde.

Descendiendo por las escaleras desde la segunda planta nos encontramos con obras de Telesforo Fernández Cuevas, Juan Martínez Abades, Luis Menéndez Pidal, Florentino Soria, Manuel Medina Díaz, Pío Escalera y, finalmente, con un retrato femenino de la gijonesa Carolina del Castillo. Para la entrada de hoy hemos seleccionado el trabajo de los siguientes artistas:

TELESFORO FERNÁNDEZ CUEVAS (Oviedo, 1849-1934). Alrededores de Oviedo

Óleo sobre tabla, 24,5 x 39,5 cm. Colección Pedro Masaveu

La obra representa una finca asturiana en la que vemos una casa con su cuadra y el hórreo o panera. Un marcado conjunto de diagonales formados por el muro de piedra bajo, la “caleya” y un riachuelo nos conducen hacia un carro típico asturiano. En el lado izquierdo, aparece representado un balagar de hierba seca, situado entre dos árboles prácticamente desojados. Un plano de fondo que representa las cumbres nevadas de la sierra del Aramo completa la vista, tratada con una luz clara y fría que nos remite a la estación otoñal.
Alrededores de Oviedo

El cuadro corresponde al periodo central de la producción artística de Fernández Cuevas, autor que forma parte de los primeros paisajistas del realismo en Asturias. Sus obras casi siempre representan las afueras de Oviedo y están pintadas del natural. Su pincelada es suelta y descuidada. Su cromatismo claro y de tonos pálidos confieren a la obra una inocente ternura.

JUAN MARTÍNEZ ABADES (Gijón, 1862 – Madrid, 1920). Esperando las barcas, 1892

Óleo sobre tabla, 19,5 x 32 cm. Colección Pedro Masaveu

En el ángulo inferior izquierdo se puede apreciar el título y la firma del autor. En el lado derecho de la tabla aparece un grupo de casas de pescadores aportaladas o con los típicos corredores en madera. El artista repetirá estas arquitecturas, con leves variaciones, en otras de sus deliciosas composiciones, lo que nos lleva a pensar que las realizaba a partir de unos apuntes previos, dotando así a la obra de un carácter pintoresco. En primer plano y en el centro, aparece una barca varada rodeada en su proa por dos grupos de mujeres. A la izquierda dos hombres empujan una barca hacia la orilla.
Esperando las barcas

Abades cultivó bastantes temas pero como marinista tuvo una fértil y creciente producción.

PÍO ESCALERA (Gijón 1857 – Madrid 1941). Autorretrato, 1935

Óleo sobre tabla, 34 x 23,8 cm

Se trata de un autorretrato de busto del artista a los setenta y ocho años. Evidencia sus propios rasgos físicos y una gran serenidad en el semblante, dejando el principal protagonismo al azul de sus ojos. Composición muy entonada, se aprecia una escasa nota de color en el moteado en rojo inglés sobre el nudo de su corbata, en tonos azules. Un fondo de factura apresurada, característica de sus últimas producciones, contribuye a resaltar el retrato.
Autorretrato

CAROLINA DEL CASTILLO (Gijón, 1867 – 1933). Retrato femenino, 1924

Óleo sobre lienzo, 47 x 40 cm

Carolina pertenece a ese grupo de artistas burgueses que no se consagraron profesionalmente a la pintura, no dejando por ello de tener grandes dotes y una amplia formación. Discípula de Cecilio Pla durante su estancia en Madrid, cuando regresa a Gijón trabaja el retrato, el paisaje, el desnudo y las flores, siempre desde el agradable entorno que le proporcionaba su finca de Jove.El cuadro representa a una mujer de busto y de frente con una blusa de escote redondeado y ampliamente abierto sobre sus hombros. La efigiada posa de una forma natural, mostrando una franca sonrisa que manifiesta la cercanía que tenía la artista con sus modelos. La autora se despreocupa de ocultar los defectos del semblante de la mujer.

Los retratos de Carolina del Castillo son testimonio de las influencias de la pintura modernista de su maestro Cecilio Pla, del que adopta la sobria paleta de colores, en tonalidades verdes y malvas, que aplica sobre el fondo, el silueteado de la figura, la pincelada y la impetuosa expresión que pone sobre este lienzo de grano muy grueso.

Retrato, Castillo

Obras del mes de Noviembre

Os presentamos las obras del mes de noviembre seleccionadas por los expertos del Museo.

Mito de Prometeo

Mito de Prometeo

Pintado por el artista asturiano José Ramón Zaragoza (1874-1949) en 1908.
Zaragoza disfrutó de una beca (entonces llamada pensión) del Estado para ampliar sus estudios artísticos en Roma entre 1904 y 1908. Por aquel entonces, los pensionados tenían el compromiso de enviar anualmente un trabajo que demostrara sus avances. Como envío de último año, Zaragoza decidió pintar este gran tríptico en el que se representa la historia de Prometeo. Así pintó: a Prometeo dándole el fuego a la humanidad, en la parte derecha, el castigo de Prometeo, en la parte central, encadenado, y en la parte izquierda a Epimeteo recibiendo de Zeus a Pandora, que abriría la caja que materializaría el castigo a la humanidad.

En cuanto al tratamiento pictórico, destaca especialmente el estudio anatómico, sobre todo el masculino, pleno de vigor y con marcados escorzos, así como el uso de una pincelada dividida que potencia el efecto lumínico y envolvente de la composición.

La cuna vacía

Del pintor asturiano Luis Menéndez Pidal (1861-1932) fue depositada en el Museo por D. Antonio Suárez.
Se trata de un cuadro de gran formato y temática social, en el que se representa el dolor de una familia por la pérdida de un hijo. Fue realizado en 1892 y por él obtuvo Menéndez Pidal primera medalla en la Exposición Nacional de ese mismo año.

La cuna vacía, Menéndez Pidal

Autorretrato a los 18

Pintado hacia 1739/1742 por José Agustín Meléndez Durazo.
Se trata de un autorretrato de excelente captación psicológica y vivacidad, donde destaca la informal y desenvuelta forma de representar al personaje, con un enfoque en primer plano que contribuye a realzar el genio creador del personaje. Vestido con casaca y corbata anudada al cuello, recoge su abundante cabellera en una coleta anudada con un lazo encarnado. De mirada firme y con un toque de arrogancia, José Agustín revela en este autorretrato una personalidad decidida, segura e independiente.

En cuanto a la técnica que utiliza aquí Meléndez es precisa y acabada, mientras que la paleta cromática empleada recuerda a la de la tradición del barroco del Seicento napolitano.

Autorretrato a los 18

Retrato del ingeniero Eusebio de Oyarzábal y de Zavala

Os presentamos un ingreso reciente en las colecciones del Museo, pintador por Milius Schmidt, que se puede disfrutar en la sala 16, en la Casa de Oviedo-Portal.

Está pintado en una placa de opalina y data de finales del siglo XIX. En ella se representa al ingeniero Eusebio de Oyarzábal y de Zavala, nacido en Azcoitia el 5 de marzo de 1811 y que se convertiría a partir de 1874 en el ingeniero de minas al frente de la explotación de las minas de Almadén.

Retrato del ingeniero