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Tesoros de la Biblioteca del Museo (II): el Despacho de grandeza del Duque de Montemar

Publicado el 10 de mayo de 2016

Tesoros de la Biblioteca del Museo (II): el Despacho de grandeza del Duque de Montemar

El Despacho de grandeza del Duque de Montemar es uno de los tesoros de la biblioteca del Museo, concedido al capitán general de la Armada Española en Nápoles, José Carrillo de Albornoz (1671-1747), por el rey Felipe V en el año 1735 en agradecimiento a sus victorias militares. Pero, ¿qué es un despacho de grandeza?
Es un tipo de documento jurídico de carácter histórico, expedido a partir del siglo XVIII por la dinastía de los Borbones (heredero de las ejecutorias, documentos jurídicos propios del reinado de los Austrias), que certificaban la condición de noble o de hidalguía. Son escritos de gran calidad artística, profusamente ilustrados.

El Despacho del Museo es un magnífico manuscrito sobre vitela y papel encuadernado sobre terciopelo rojo y cerrado con broches de plata, bellamente ilustrado con miniaturas e iluminaciones en su interior, donde se recogen los elementos iconográficos característicos de estos títulos nobiliarios:

  • La portada la forman el título del documento a varias tintas, rodeado de una alegoría en grisalla sobre las diferentes victorias militares del duque, en concreto haciendo alusión a la victoria de este sobre los austriacos, cuando ganó el reino de Nápoles para el futuro rey, Carlos III (hijo de Felipe V). En cuanto a iconografía, aparecen representados Hércules a la derecha y Júpiter a la izquierda del título, acompañados de varios angelotes que disparan armas contra los símbolos del enemigo: el ave fénix en la parte superior y la salamandra en la parte inferior, rodeada del fuego de los cañones.
  • El escudo de armas, en este caso formado por el blasón del nuevo duque, símbolo de poder y elemento indispensable para la concesión de ese nuevo título nobiliario, alusivo al poder del ducado.
  • La iconografía religiosa, frecuente en este tipo de documentos como vía de enseñanza y de divulgación de la Contrarreforma católica, imperante en Europa en esos momentos, y como forma de mostrar el espíritu religioso del interesado.
    El Despacho consta de una representación de la Virgen, en forma de Inmaculada Concepción; y los diferentes santos a los que se avoca la familia: San José con el Niño, San Antonio de Padua y San Antonio Abad.
    Destaca sobre todo la representación de la Inmaculada Concepción, una imagen con referencias a los modelos del pintor Juan Carreño de Miranda y del escultor Alonso Cano.
  • El retrato de los monarcas es la ilustración más importante de todo el documento. Corresponde a la representación de los reyes Felipe V e Isabel Farnesio. Con esta iconografía de poder los reyes avalan el documento y, por lo tanto, la concesión del título al beneficiado.
    La representación, a página completa, la componen las dos miniaturas de los monarcas situadas a los lados del toisón de oro y, en la parte inferior, la inscripción Philippus & Elisabeth Hispania Rumreges sujetada por dos angelotes dorados; todo ello enmarcado por un gran cortinaje rojo.
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Es muy difícil conocer la autoría de los despachos de grandeza, ya que no suelen estar firmados por su creador; sin embargo sí que podemos atribuir los folios de los monarcas y de la Inmaculada Concepción al pintor asturiano Francisco Antonio Meléndez, nombrado en 1725 pintor honorario de miniaturas reales.

La técnica, la delicadeza y la calidad con la que están trabajadas las miniaturas, así como el modelo de representación de los monarcas, que proviene de su hermano mayor Miguel Jacinto Meléndez, confirman esta atribución al miniaturista más destacado de la corte en la primera mitad del siglo XVIII.

Despacho de grandeza

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