Balcón con dos figuras

Balcón con dos figuras

Juan Muñoz (Madrid, 1953 - Ibiza, 2001)

Fecha de ejecución:

1992

Técnica:

Terracota y bronce

Medidas:

149,9 x 50,8 x 27,9 cm

Procedencia:

Donación de Plácido Arango Arias en 2017

Juan Muñoz es un artista poliédrico, que cultivó la escultura, pero realizó también obras radiofónicas y teatrales, dibujos, escritos y ensayos. Es una figura clave en la escultura española e internacional de las décadas de 1980 y 1990, y un revitalizador de la escultura figurativa desde una óptica moderna y narrativa, basada en su profunda erudición, la cual le permite aunar en sus creaciones distintas fuentes literarias, filosóficas, musicales, etc. Pese a su temprana muerte, fue autor de una amplia producción, que culminó en Double Bind (Doble vínculo), de 2001.

Pieza única realizada en 1992, cuando el artista residía con su esposa, Cristina Iglesias, en el Trastevere romano, Balcón con dos figuras es una de sus célebres conversation piece o escenas de conversación. Está compuesta por un balcón metálico y dos figuras de terracota de personajes anónimos, con rasgos genéricos y despersonalizados, y de tamaño inferior al natural.

Muñoz comenzó a trabajar con fragmentos arquitectónicos -como escaleras, puertas, barandillas y balcones- a principios de los años ochenta. En concreto, los balcones se han relacionado con el sentido de la vista, pues son lugares desde los que ver y ser visto. Primero los concebía vacíos y, posteriormente, poblados de personajes absortos en sí mismos, ensimismados. Aislados y descontextualizados, los balcones no dejan de tener cierto carácter de inutilidad, de extrañamiento, lo que potencia aún más el propio aislamiento de las figuras. En cuanto a la disposición de estas últimas, se ha relacionado con la obra de Goya (Majas en un balcón), en un claro diálogo con la historia del arte español.

Por otra parte, y como suele ser habitual en su producción, juega un papel fundamental su ubicación y su relación con el espectador, es decir, la «puesta en escena» de la obra en el espacio expositivo. En este sentido, la fusión entre escenografía teatral, espacio arquitectónico y figura escultórica contribuye a potenciar un relato simbólico donde prima la densidad psicológica y el interrogante espacial.

Procedente de una colección particular, esta obra fue subastada en Nueva York en 2004, donde fue adquirida por Plácido Arango, quien la donó al Museo, junto con otras 32 obras, en 2017.