Metamorfosis de ángeles en mariposa

Metamorfosis de ángeles en mariposa

Salvador Dalí (Figueres, Girona, 1904-1989)

Fecha de ejecución:

1973

Técnica:

Acuarela y gouache sobre papel

Medidas:

141,5 x 200,5 cm

Procedencia:

Colección Pedro Masaveu

Metamorfosis de ángeles en mariposa, según reza una etiqueta pegada en el marco, es el título de esta obra de Salvador Dalí (Figueres, Girona, 1904-1989), en la que se representa un conjunto de dos ángeles flanqueando una figura femenina desnuda, que semeja una mariposa.

Por el procedimiento con el que ha sido realizada la obra, se sabe que el fondo, que representa un paisaje del Ampurdán, es la primera parte de la composición que abordó el artista. En él se aprecia una silueta del monte Pení, unas líneas de suelo para reforzar el sentido de la perspectiva y una figura humana que saluda desde un término medio. Si tenemos en cuenta que el sol sale tras el monte Pení, por la sombra adivinaremos que la hora es el mediodía.

La clave de la composición está justo en el sexo de la figura femenina, ocupado por una cruz. Sobre ésta puede adivinarse una mariposa. La cruz, casi imperceptible, divide el cuadro en dos mitades, inferior y superior, marcadas por la cintura de los tres personajes, e izquierda y derecha, separando a los ángeles a los lados por el centro de la figura femenina.

Por lo que respecta a las mitades inferiores, éstas han sido realizadas en tonalidades ocres, mientras que domina en las superiores el azul. Así mismo, los pies de ambas figuras están colocados en una posición que anatómicamente no corresponde con el torso, la cabeza, las manos ni las alas del resto de sus respectivos cuerpos. En cuanto a la figura femenina, carece de extremidades inferiores, sustituidas por un manto traslúcido y una extraña mancha que muda el color a medida que se acerca a la mitad superior.

El personaje de la izquierda corresponde a un ángel anunciador, de espaldas, con una sola ala representada y los dedos de la mano derecha, extendida, en posición de bendecir a la figura femenina. El personaje de la derecha señala al espectador el vientre de la mujer desnuda. Ejerce la función, habitual en la pintura renacentista, del ángel narrador, intermediario entre la historia bíblica y el presente. Su mano izquierda se levanta para tocar lo que podríamos llamar “la cuarta pared” o límite del espacio que ocupa el público, el frente del cuadro.

La figura femenina, desnuda y de generosos atributos, asiste rígida, con la cabeza inclinada y el rostro completamente ausente, al extraño ritual.

Dalí fundirá a menudo la imagen de la Virgen María con la mítica Leda, ambas fecundadas por seres divinos. Y representará su dilema sexual sobre Eros y Thánatos, mediante el tema de Venus. Además, a medida que Gala resuelva sus problemas sexuales, a partir de 1929, Dalí desarrollará, de un lado, una teoría sobre el cledalismo, o relación sexual -excitación incluida- sin contacto físico, y del otro, una mitología propia basada en el Angelus de Millet, según la cual la hora de la Anunciación esconde el entierro de un niño en el campo, identificado por Dalí con su hermano, el primer Salvador Dalí.