M. SUÁREZ-CARREÑO

La exposición dedicada a la artista de raíces asturianas Margarita Suárez-Carreño (Madrid, 1944) revisa los aspectos más relevantes de su obra, expuesta por última vez en la región en la década de 1980. Su producción se caracteriza por el predominio de lo gráfico, la plasmación de la realidad, el uso variado e intenso del color, el trabajo en secuencia y una gran unidad de estilo mantenida a lo largo de toda su carrera.

Esta muestra se celebra en dos sedes expositivas simultáneas, el Museo de Bellas Artes de Asturias y la Universidad de Oviedo, instituciones coorganizadoras. En el Museo presentamos una selección de la obra de la artista entre 1950 y 1990, en la que destacan dos de sus motivos predilectos: la temática mecanicista y el «retrato» de obras de ingeniería civil y arquitecturas –exteriores e interiores–.

Mientras tanto, en la Sala de Exposiciones de la Universidad, puede verse una serie de trabajos representativos de otras dos facetas sobresalientes de la obra de Suárez-Carreño: el diseño de moda y de urbanismo; y la ilustración literaria. Esta segunda sede podrá visitarse entre el 7 de mayo y el 9 de junio de 2024.

EDAD LUCIENTE. JUAN FERNÁNDEZ ÁLAVA

El nuevo proyecto específico del Museo de Bellas Artes de Asturias estará protagonizado por la obra de Juan Fernández Álava en la exposición titulada Edad Luciente.

En ella, el artista asturiano aborda el género del retrato a través de una serie de personajes en los que infancia y juventud recorrerán el discurso de la muestra. Tomando como referencia aspectos e imágenes procedentes de la vida, las redes sociales, la fotografía o el cine, el pintor presenta imágenes en las que su característico lenguaje hace del conjunto una experiencia de gran belleza.

 

La exposición, presente en la pinacoteca asturiana del 20 de junio al 8 de septiembre de 2024, conforma el proyecto específico número diecinueve desde que esta iniciativa arrancara el 2013.

 

EDAD LUCIENTE. JUAN FERNÁNDEZ ÁLAVA

 

JOSÉ ANTONIO MENÉNDEZ HEVIA. IDEA, MATERIA Y OFICIO

La exposición José Antonio Menéndez Hevia. Idea, Materia y Oficio es la primera muestra sobre diseño que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Asturias. Está dedicada a uno de los grandes nombres del interiorismo comercial que marcó una época de actividad profesional, tanto en el Principado de Asturias como en otras regiones de España. Nacido en Oviedo en 1937 y con una formación poco convencional, desde muy joven fundó una empresa especializada en el diseño interior (DIHER) que se convirtió en referencia del interiorismo moderno, especialmente en comercios, bancos y locales de hostelería.

La exposición, ubicada en las salas de exposiciones temporales del Edificio Ampliación, está articulada en tres secciones. La primera se concentra en las ideas, en esa eclosión creativa de Menéndez Hevia que trasladaba con minuciosidad mediante el dibujo y que alimentaba una constante búsqueda de la originalidad, tanto en obras de interiorismo como en propuestas de diseño de producto. La segunda parte está dedicada a la materia, pues sus proyectos se han definido siempre por el conocimiento exhaustivo de las posibilidades de cada material y por audaces combinaciones en una misma obra. El oficio, que conocía por su temprano contacto con los talleres de ese Oviedo fabril y artesanal de la postguerra, definiría el refinamiento de sus creaciones, mostrando una capacidad ilimitada para buscar soluciones originales que sólo el dominio de los procesos podía hacer realidad. Empresario innovador y con gran capacidad para coordinar equipos de múltiples disciplinas, fue además un artista que supo aglutinar talento, a través de colaboraciones con arquitectos, artistas plásticos e ingenieros. Creó lugares de experimentación como Concepto70 y un punto de venta, Bureau70, que trajo a Asturias lo mejor del diseño internacional.

La exposición da a conocer la trayectoria del diseñador y, a la vez, reivindica la importancia del interiorismo como patrimonio cultural, rara vez conservado y sometido constantemente a los avatares de los cambios de propiedad o a las reorientaciones de negocio de las empresas. Su fragilidad y su exposición a las modificaciones hace que sea relevante historiar su existencia, como exponente de las formas de sociabilidad, de los cambiantes modelos de venta y de conexión con el cliente o de la definición de las imágenes de marca de las firmas a través de sus interiores.

A través de 100 imágenes originales, bocetos y prototipos, una veintena de piezas de mobiliario y diseño industrial, 35 paneles y un documental, el visitante podrá acercarse a un patrimonio cultural que marcó la llegada de la modernidad, la innovación y la elegancia a los interiores a lo largo de más de cincuenta años.

José Antonio Menéndez Hevia. Idea, Materia y Oficio  podrá disfrutarse desde el 4 de julio hasta el 13 de octubre en la planta -1 del Edificio Ampliación.

PROGRAMA LA OBRA INVITADA: ANTONI TÀPIES

El programa La Obra invitada tiene como finalidad el enriquecer la colección del Museo de Bellas Artes de Asturias con destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares en algunas ocasiones, o bien de instituciones nacionales e internacionales que durante un periodo aproximado de tres meses nos permiten reforzar el discurso de la exposición permanente. Para este segundo cuatrimestre del año, el Museo de Bellas Artes de Asturias contará con una obra de Antoni Tàpies (Barcelona, 1923 – 2012) procedente del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Tàpies, artista presente en la colección de la pinacoteca regional gracias a la donación de Plácido Arango Arias, verá a partir de ahora enriquecida su presencia gracias a Signe i matèria, una pintura realizada en 1961.

La obra de Tàpies, inicialmente surrealista, se desarrolló a partir de 1953 entre el drama existencialista y la actitud meditativa del budismo zen. El pintor catalán es probablemente el ejemplo más complejo y creativo de la pintura matérica, una de las ramas principales del arte informalista, previamente desarrollada por Fautrier y Dubuffet. La incorporación de grafismos gestuales, signos y objetos de desecho, y la realización de obras tridimensionales, han enriquecido la evolución del pintor, haciéndole partícipe de aspectos del arte povera y del mundo de las instalaciones.

En el caso de Signe i matèria, las cualidades matéricas del cartón que hace de soporte adquieren un especial protagonismo. Sobre su textura, los grafismos y las manchas, así como el residuo de la otra materia presente, organizan la composición. Cuando fue ejecutada, habían transcurrido seis años desde Gran óvalo y en ella pueden advertirse algunas de las características de la evolución del pintor, como un mayor desenfado en la ejecución, dentro de su sobriedad, más apertura sensorial, y, sobre todo, la presencia de elementos caligráficos y tachistas en equilibrio expresivo con la pura materia.

La obra Signe i matèria estará presente en el Museo de Bellas Artes de Asturias desde el 16 de julio hasta el 27 de octubre de 2024.

 

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ANTONI TÀPIES. ESTAMPAS (1969-2011)

La exposición Antoni Tàpies. Estampas (1969-2011) propone un selecto recorrido por la obra gráfica de uno de los más destacados artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Tàpies (Barcelona, 1923-2012) trabajó las distintas técnicas de estampación como prolongación de su pintura, por lo que su producción gráfica comparte características con esta: la gestualidad expresada mediante la repetición de diversos elementos caligráficos, signos y referencias a objetos cotidianos y partes de la figura humana; y el tratamiento del soporte como parte esencial y visible de la obra, rasgando el papel, añadiéndole otros materiales y aportándole textura. Todo ello converge en una de las más sólidas y evocadoras propuestas del informalismo en su vertiente matérica.

La veintena de estampas que conforman la muestra proceden en su mayoría de colecciones particulares, a las que se suman cuatro obras de los propios fondos del Museo. El conjunto ofrece una visión evolutiva de la producción del artista en este medio desde finales de los años 60, cuando ya ha consolidado su lenguaje maduro y sistematizado su actividad gráfica; hasta sus últimas estampas, realizadas en 2011.

Con esta exposición el Museo se suma a la conmemoración del centenario del nacimiento del artista. También enmarcada en dicha efeméride y concebida a modo de diálogo con esta muestra, La Obra invitada del segundo cuatrimestre de 2024 la protagonizará Signe i matèria (1961), cedida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

 

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AMADOR EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS: ESCULTURAS, MAQUETAS, PINTURAS, COLLAGES, DIBUJOS Y MEDALLAS. Museo Antón de Candás

La exposición Amador en el Museo de Bellas Artes de Asturias propone un acercamiento a la producción de Amador Rodríguez (Ceuta, 1926 – Madrid, 2001) mediante los numerosos fondos que el Museo conserva del artista. Se trata de la segunda muestra que la institución programa en 2024 en cumplimiento de su misión de difundir su colección en distintos lugares de Asturias. En esta ocasión, se celebrará en el Centro de Escultura de Candás Museo Antón, espacio óptimo para exponer a uno de los principales escultores asturianos del siglo XX, al que este Centro ya ha dedicado varias muestras individuales.

Como se aprecia en el subtítulo, la exposición no se limita a una selección de esculturas, medio de expresión principal de Amador, sino que pretende ofrecer una visión amplia y diversa de su obra, que incluye maquetas, pinturas, collages, dibujos y medallas. Esta variedad se extiende también al marco temporal, pues se han incorporado ejemplos desde mediados de los años 60 hasta finales de los 90, que ilustran gran parte de la evolución del artista.

Las obras que participan en la muestra pueden dividirse en tres grupos: esculturas; maquetas y dibujos preparatorios para esculturas definitivas; y pinturas y collages de carácter autónomo, realizados en dos dimensiones aunque tendentes siempre a lo escultórico. En todos estos registros apreciamos la fusión de razón y emoción, obtenida mediante la depuración geométrica, que sitúa a Amador en la poética del constructivismo.

PROGRAMA LA OBRA INVITADA: JEAN-BAPTISTE MONNOYER

El programa La Obra invitada tiene como objeto enriquecer la colección del Museo de Bellas Artes de Asturias con destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares o de otras instituciones nacionales e internacionales durante un periodo aproximado de tres meses que, además, contribuyan a reforzar el discurso de la exposición permanente.

En esta ocasión, el programa estará protagonizado por dos obras de Jean-Baptiste Monnoyer (Lille, 1636-Londres, 1699) procedentes de la Colección Carmen Thyssen (Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid); autor ausente en la colección de la pinacoteca regional del que se expondrá dos hermosos floreros del siglo XVII que harán las delicias de los amantes del género.

Jean-Baptiste Monnoyer fue uno de los más destacados pintores de flores franceses del periodo barroco. En su hacer, pintó floreros de los más diversos estilos: desde complejas composiciones florares hasta otras protagonizadas por una única ramita en flor.  A este respecto, el Museo de Bellas Artes de Asturias presentará a este creador a través de una exquisita pareja de floreros que el creador trabajó a pequeña de escala de forma íntima y minuciosa en las que sobresale la delicadeza y elegancia de su estilo.

Ramo compuesto por anémonas-coronarias

Ramo compuesto por anémonas-coronarias, rosas de York y Lancaster, junquillos, un jacinto, un tulipán y orejas de oso, atado con un lazo azul, s.f., de Jean-Baptiste Monnoyer. ©Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Ramo compuesto por manzanilla

Ramo compuesto por manzanilla, rosas francesas, flor de azahar y claveles, atado con un lazo azul, s.f., de Jean-Baptiste Monnoyer. ©Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

LUIS FERNÁNDEZ

El Museo de Bellas Artes de Asturias y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson han organizado una gran exposición antológica dedicada a uno de los artistas españoles más singulares y, sin duda, relevantes de la pasada centuria: Luis Fernández (Oviedo, 1900 – París, 1973).

Luis Fernández es uno de los creadores más destacados del siglo XX. Desde 1924, momento en el que se trasladó a París, Fernández se codeó con lo más granado de las vanguardias europeas, participando en varios movimientos como la abstracción y el surrealismo. A partir de la década de los años cincuenta, este creador tan singular alcanzó su etapa de madurez, caracterizada por una peculiar y muy personal figuración, totalmente apartada de las principales corrientes artísticas de la época.

La muestra, comisariada por Alfonso Palacio, reúne en Asturias 146 obras que recorren los principales años de producción de Fernández, de 1915 a 1973, desplegando con ello una visión completa y exhaustiva de todas sus etapas.

Además de las obras procedentes de colecciones públicas y privadas españolas, francesas y americanas, la exposición se completa con abundante documentación personal del artista, cartas, buena parte de los libros que componían su biblioteca, fotografías procedentes de sus archivos, manuscritos inéditos, así como distintos y variados útiles de trabajo.

La exposición del Museo de Bellas Artes de Asturias contará, además, con una sección dedicada al estudio del pintor así como con la proyección del documental que Frédéric Czarnès realizó en 1972 con motivo de la muestra retrospectiva celebrada en París entre el 28 de abril y el 26 de mayo del citado año.

Luis Fernández, que ya ha podido disfrutarse en la sede de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson en Madrid, llega acompañada de la publicación de un catálogo y con el objetivo de profundizar en el conocimiento de este extraordinario artista al mismo tiempo que pretende acercarlo al gran público con algunas de sus obras maestras.

Museo de Bellas Artes de Asturias y Fundación María Cristina Masaveu Peterson agradecen su generosidad a todos los prestadores a la hora de ceder sus obras para este proyecto. De entre ellos, han sido especialmente relevantes la familia del artista y la Fundación Telefónica, entidad prestadora de 19 obras, y una de las primeras en recuperar la figura del artista en nuestro país a finales del siglo pasado.

 

 

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MUSEO DE BELLAS ARTES DE ASTURIAS. ÚLTIMOS INGRESOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO ASTURIANO (2022-2023)

La exposición Museo de Bellas Artes de Asturias. Últimos ingresos de arte contemporáneo asturiano (2022-2023) permite ver por primera vez una selección de las obras que la institución ha incorporado en los dos últimos años a su colección, en su misión de conservar y difundir la creación más reciente de la región. Para el cumplimiento de este objetivo, el Museo ha programado varias exposiciones de sus fondos en diferentes lugares del territorio asturiano, entre las que se sitúa esta muestra, organizada en colaboración con el Valey Centro Cultural (Piedras Blancas), y concebida como continuación de la que ya se realizó en sus salas en 2021, Museo de Bellas Artes de Asturias. Últimas adquisiciones de arte contemporáneo asturiano (2013-2020) más una donación.

Participan en la exposición un total de 25 artistas originarios de Asturias y/o residentes en la región, nacidos entre las décadas de 1940 y 1990, si bien sobresalen en número los procedentes de los años 60 y 70, hoy en plena actividad profesional. El listado de autores lo conforman Armando Pedrosa (Oviedo, 1941), María Braña (Teverga, 1950), Manuel Cimadevilla (Oviedo, 1956), Avelino Mallo (Langreo, 1956), María Jesús Rodríguez (Oviedo, 1959), María Cueto (Avilés, 1960), Alberto Ámez (Gijón, 1963), Ramón Isidoro (Valencia de Don Juan, León, 1964), Covadonga Valdés Moré (Gijón, 1966), Pablo Armesto (Schaffhausen, Suiza, 1970), Jacobo de la Peña, Israel (La Coruña, 1974), Iván Quesada (Oviedo, 1975), Javier Soto (Sant Gallen, Suiza, 1975), Kiko Miyares (Llanes, 1977), Jezabel Rodríguez (Oviedo, 1977), Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978), Kela Coto (Gijón, 1979), Elena Rato (Oviedo, 1979), Iván Baizán (Oviedo, 1980), Jorge Nava (Gijón, 1980), Helena Toraño (Llanes, 1984), Juan Falcón (Oviedo, 1985), Rodrigo Martín (Langreo, 1986), María Peña (Oviedo, 1989) y Elisa Cuesta (Soto del Barco, 1992).

Las obras que ahora se muestran ingresaron en el centro atendiendo a dos criterios principales: la incorporación de artistas hasta el momento ausentes o escasamente representados en la colección del Museo; y la conservación de un testimonio de los diferentes proyectos específicos realizados en el centro en 2022 y 2023, de los que se exponen Armando Pedrosa, Pablo Armesto e Irma Álvarez-Laviada. La mayoría de estos ingresos llegaron al Museo en forma de adquisición, si bien tres de ellos se han incorporado gracias a sendas donaciones de la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de Asturias, correspondientes a las piezas de Jezabel Rodríguez, Rodrigo Martín y Elisa Cuesta.

La exposición conjunta de estas creaciones, tan diversas en técnica y temática, ofrece un reflejo o instantánea del eclecticismo que caracteriza al arte asturiano más reciente, pues todas ellas fueron ejecutadas en la última década.

La muestra podrá visitarse en las salas del Valey Centro Cultural de Castrillón, en Piedras Blancas, desde el 12 de abril hasta el 22 de junio de 2024.

 

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LUIS FERNÁNDEZ Y EL DIBUJO

Luis Fernández (Oviedo, 1900-París, 1973) es uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX. Con motivo del cincuenta aniversario de su fallecimiento, acontecido precisamente el 25 de octubre de 1973, el Museo de Bellas Artes de Asturias organiza una pequeña pero selecta exposición dedicada a una de las facetas más importantes de su producción: el dibujo.

Para ello, sirviéndose de los incomparables fondos artísticos, documentales y personales que atesora la pinacoteca regional, la muestra comisariada por Alfonso Palacio contará con 15 dibujos de Luis Fernández, todos ellos pertenecientes a las colecciones del Museo de Bellas Artes de Asturias, que abarcan los años 1928 a 1973.  A través de ellos, el visitante será conocer de la importancia de esta técnica en todas las etapas por las que discurrió la obra de Luis Fernández: abstracta, surrealista, picassiana, postcubista, de madurez y última.

Todos ellos adoptan la forma de dibujos sobre papel o calcos, bien como proyectos o procesos para obras definitivas la mayoría o bien como entidades autónomas otros, perteneciendo además una parte de los mismos a algunas de las series más importantes que realizó su autor entre los años 1952 y 1970, como son las dedicadas a los cráneos, bueyes en el establo, conejos, un barco encallado, caballos, un vaso con un trozo de pan y dos palomas.

La exposición, ubicada en la sala 22 -espacio que habitualmente se le viene dedicando a este creador desde el año 2015-, pretende dar muestra de la extraordinaria talla alcanzada por Fernández dentro del arte español e internacional del siglo XX.

 

Luis Hernando Fotografía y Creación Audiovisual

Vista de la exposición Luis Fernández y el dibujo