Exposiciones

Retrato del pintor Fermín Arango, ca. 1934, de Ignacio Zuloaga

Retrato del pintor Fermín Arango, ca. 1934, de Ignacio Zuloaga

Programa La Obra invitada

Del 15 de octubre de 2015 al 10 de enero de 2016

El Programa La Obra invitada tiene como misión traer al Museo de Bellas Artes de Asturias durante un periodo de tres meses destacadas obras procedentes de coleccionistas particulares o de otras instituciones nacionales e internacionales que contribuyan a reforzar el discurso de la colección permanente, bien porque permitan profundizar en aspectos ya contemplados por la colección, bien porque permitan cubrir lagunas que en ella puedan detectarse.

La obra escogida para este último cuatrimestre de 2015 ha sido el lienzo Retrato del pintor Fermín Arango, ca. 1934, de Ignacio Zuloaga, procedente del Museo Ignacio Zuloaga de Pedraza de la Sierra (Segovia), que se expondrá entre el 15 de octubre de 2015 y el 10 de enero de 2016 en la sala 18 del edificio de la Ampliación.Ignacio Zuloaga y Zabaleta (Éibar, Guipúzcoa, 1870-Madrid, 1945) es uno de los artistas más destacados de la pintura figurativa española del cambio de los siglos XIX a XX. Muy vinculado al ambiente artístico de París, su pintura se desarrolló primero en la órbita del postimpresionismo, caracterizándose por una fina sensibilidad cromática e influida por Degas, Manet y el simbolismo. Más tarde dio un giro y pasó a inclinarse por una paleta oscura y matérica, de marcado claroscuro, así como por composiciones rotundas, de dibujo preciso y fuerte, en las que incide en la teatralidad y en un fuerte efectismo visual. Sus expresionistas paisajes en la tradición de El Greco, Velázquez y Goya, sus expresivos retratos y sus temáticas de majas, enanos y toreros lo vinculan entonces a la visión tremendista de la Generación del 98, de la que se convierte en paradigma. Ya al final de su vida, a partir del inicio de la década de los años treinta, se interesó por los paisajes y bodegones (a los que hasta entonces no había dedicado, como tema independiente, demasiada atención) y, sobre todo, por los retratos de personalidades de su círculo próximo.

Retraro del Pintor Fermín Arango

Retraro del Pintor Fermín Arango, ca. 1934, de Ignacio Zuloaga

Claro ejemplo de su labor como retratista de su círculo íntimo es este cuadro, que representa al pintor asturiano Fermín Arango (Santalla de Oscos, Asturias, 1874-Pontoise, París, 1962). En este retrato Zuloaga mira a Arango de pintor a pintor, y por ello lo inmortalizada de cuerpo entero, en posición de tres cuartos, pintando un lienzo al aire libre en la cima de una loma. Arango aparece con la paleta y los pinceles en las manos, mientras una caja con otros pinceles, frascos y tubos de pintura se encuentra a sus pies y, algunos de estos últimos, sobre el mismo suelo. Una capa oscura, como la mayor parte de su atuendo, cubre su cuerpo. En su figura sobresale la cabeza, muy bien perfilada e iluminada, con su cabello y barba canos, así como con una penetrante mirada que se clava directamente en la del espectador. Toda la figura se recorta sobre un fondo aborrascado de grises nubarrones, característico de otros cuadros de Zuloaga. La pincelada es larga y notablemente empastada. En opinión de Javier Barón, “es seguro que Zuloaga vio en las facciones de Arango la nobleza propia del antiguo hidalgo español”, como las había observado también en su tío Daniel y en su amigo Pablo Uranga, a quien había hecho en 1905 un retrato que, según el citado autor, parece presagiar el de Arango.