conferencias
24 de septiembre de 2015, 19:00
La búsqueda de la modernidad es la característica que mejor define el arte occidental en torno a 1900. Cataluña, y en concreto la ciudad de Barcelona, con una fuerte industria y un gran dinamismo cultural, no podía sentirse al margen de esta nueva sensibilidad. El ferrocarril había cruzado fronteras y, desde 1878, comunicaba con Lyon y París. Este hecho no tuvo únicamente incidencia en el desarrollo de la industria y el comercio sino que reafirmó la tradición del viaje de artistas y escritores en búsqueda de nuevas inquietudes intelectuales. En el nuevo barrio de la ciudad, el Ensanche, empezaban a surgir edificios de arquitectura insólita mientras los artistas se lanzaban a la vida bohemia, que entendían como un signo de modernidad. En este entorno cultural, que ahora definimos como modernista, se genera la pintura catalana del fin de siglo, que repasaremos a partir de las obras que conserva el Museo de Bellas Artes de Asturias, entre las que se incluyen cuadros de artistas de la talla de Ramón Casas, Joaquín Mir y Hermen Anglada-Camarasa.
Mireia Freixa es doctora en Filosofía y Letras (sección Historia del Arte) por la Universidad de Barcelona (1977) y es catedrática de la misma universidad. Dirige el equipo de investigación GRACMON Grup de Recerca en Història de l’Art i Disseny contemporani y es miembro de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jordi. También ha impartido cursos en la Universidad de Lyon (Francia) entre 1995 y 2006. Ha sido investigadora invitada en el Victoria and Albert Museum de Londres entre septiembre de 1993 y julio de 1994 y en el Royal Institute of British Architecture entre septiembre de 2003 y marzo de 2004. Sus investigaciones se centran en el arte en Cataluña en el período del modernismo.
Entrada: libre hasta completar aforo.